De cero a nada

De cero a nada

De cero al diez,
¿qué clase de hombre crees que soy?
Siendo cero
el cobarde
que te hiere,
y diez
el caballero
que te entiende,
¿cuántas veces has sentido
que no recibes todo lo que doy?

Sé que a veces
puedo ser un nueve,
porque soy el que te quiere
cuando más requieres,
pero mi memoria
me traiciona
y no recuerdo
nombre o fechas,
o los gustos que prefieres.

Perdona, amor,
nunca ha sido mi intención
que parezca
que no te presto
por momentos
toda mi atención.

También en ocasiones
me ha tocado
ser un dos.
Sobre todo cuando miento
y no te digo lo que hago
o lo que siento,
y fantaseo
con otros hombres
que no saben amarme
como soy.

De todas las calificaciones
que puedes darme,
la que más odio
es la del siete,
porque es un punto muerto
entre dar un poco
y ser indiferente,
y a veces no me queda claro
si lo haces por berrinche
o porque en verdad así lo sientes.

Del seis pa’ bajo,
ni qué decirte.
Prefiero ni saber
qué obtuve
para no amargarme la existencia.
Es mejor que siga
intentándolo en la próxima
para sacar un diez a la primera.

No sé cómo convencerte
de que no soy
un hombre de tercera
y que estar juntos
no debería ser una prueba.

Sólo sé sincero
y sé tú mismo.
Yo trataré también
de ser honesto.
De cero a diez
no quiero estar pensando
qué me diste el día de hoy.
Sólo quiero estar contigo
sin estarme preocupando
de cuánto vale para ti mi corazón.

16/08/2015

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *