Te digo que te amo,
te digo que te quiero,
te digo que si no es contigo
yo me muero,
y sólo de ti escucho un «igual».
Te digo que me encantas,
te digo que con la sonrisa
tú me matas,
y de ti sólo escucho un «igual».
Quien formula las palabras
mueve al universo,
le da forma a su gusto
y al darle voz
las impregna
de un significado único
cargado de emoción.
Decir igual
nunca es lo mismo,
porque igual es un adjetivo
como el amarillo,
el azul,
el rojo
o que bien podría haber sido
cualquier otro,
y que aunque quisiera
no lleva el mismo sentimiento
de quien dijo todo lo anterior.
Así te digo que te adoro,
que tú eres mi único tesoro
y de ti sólo recibo un «yo igual».
Podrías intentar esforzarte un poco
o tratar de ser honesto
para experimentar con más palabras
que te den otra experiencia.
Te deseo los buenos días,
te doy las buenas noches,
te mando siempre el beso de la despedida
y de ti sólo oigo un «yo igual».
Decir igual
nunca es lo mismo.
Un «te amo» sabe a estrellas
Y un «igual»
es la más grande mierda
que haya podido escuchar.
05/01/2014