El museo de las relaciones rotas

Primero la mía,
después la tuya.
No nos dimos cuenta
de que fue la misma
hasta que los dos
nos encontramos con ninguna.
Así sucede
en el museo de las relaciones rotas:
uno va encontrándose reliquias;
palabras que no entendió
en su momento;
evidencia clara de un breve segundo
que ninguno de los dos
supo interpretar.
Ve la decadencia,
aquello que fue un buen prototipo
pero que nunca se cuajó.
Ver las fichas desde otra perspectiva
nos ayuda a ser partícipes
de lo efímero
de esta relación.
El museo de las relaciones rotas
es un recordatorio
para todos aquellos que creemos
que de tanto amor
nos quedaremos solos
o seremos ciegos,
o cambiaremos la manera
en la que pensamos
si intentamos
ser sinceros.
¿De qué se trata todo esto?
De recordar esos pecados,
esos momentos
en los que aún sin ser perfectos
recordábamos
la mejor manera
de tratarnos como adultos.
El museo de las relaciones rotas
también es un tributo
para recordar a todos los que amamos,
a los que nos dieron tiempo,
a los que nos dieron sus abrazos
y sus besos,
y todo lo que era necesario
para hacernos sentir indiferentes.
El museo de las relaciones rotas
es el único recinto
que abre veinticuatro horas,
que tiene lo que necesitas,
que reúne lo mejor de todos,
y de los que nunca fueron.
Aquél que visitas con frecuencia
porque sabes que por el momento
es el único lugar
que te dará todo lo que quieres
15/12/2013

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