Quiero hacerte una playa en el ombligo.
Tenderme al sol,
sentir la brisa
y quedarme allí contigo.
Cabalgar por la mañana
rodeado a tu cintura
y escuchar el paso de las horas
a través de tu piel cálida.

Quiero echarme unos clavados
en tus ojos.
Sumergirme al fondo
y contemplar
el arrecife
y los colores
que me compartes
al besar.

Quiero construirte un castillo
en medio de la arena,
que el sol ilumine todo el día
y que por la noche
reciba la luz
de la luna
y las estrellas.

Quiero escuchar contigo
la ola tocar a nuestra puerta.
Dormir desnudo
en una lancha
y lanzarte los anzuelos
que te lleven
hasta lo más oscuro
de mi boca.

Quiero sacarte de tu mundo,
dejarte sin aliento
y sentir tu cuerpo líquido
estremecerse hasta los huesos.

Quiero que seas mi lucero
cuando anochece;
mi estrella en este mar.
El faro en quien confío
y que sigo ciegamente
a todas partes
sin pensar.

Quiero dejar mi voluntad
a la marea,
dejarme arrastrar hasta tu sexo
y acampar en tu virginidad.

Quiero hacer un paraíso
con tu cuerpo.
Dejar mis huellas
por tus sueños
y no tener que preocuparme
por desovar en otros mares
nunca más.

Quiero hacerte una playa en el ombligo.
Beber directamente
de tus jugos
hasta que nuestro sudor
le dé al océano
el sabor idóneo a sal.

Quiero hacerte una playa en el ombligo.
Vivir la infinidad
viendo el horizonte
levantarse día con día
desde nuestra intimidad.

26/04/15