Ilegal

Ilegal

Ilegal
cuando me miras,
perpetrando territorios,
saltando sobre vallas,
huyendo de las minas.
Los celos son bombas de tiempo
que terminan por volar.

Ilegal
cuando me hablas,
interrogando los motivos,
exprimiendo los silencios,
mendigando las palabras.
Las respuestas están en las preguntas
y no en lo que sueles contestar.

Ilegal
cuando me tocas,
buscando la evidencia,
sacando conclusiones,
reconstruyendo las escenas.
Hay crímenes que justifican
dejar por todas partes nuestras huellas.

Ilegal
cuando me piensas,
aunque nadie sepa la verdad.
Los recuerdos nos embriagan;
ilusionan.
Nos hacen prófugos
de sentimientos que nos aman.
La inocencia resulta un privilegio
y ya no una condición sine qua non.

Somos desaparecidos,
refugiados de los otros.
Roemos a escondidas el deseo
por temor a que nos juzguen
por saber usar el corazón.

Llega la neurosis,
el blanco en nuestros ojos.
La impaciencia de comernos
con las manos temblorosas
la última migaja
de lo que por un segundo
sabe a eterno.

Ilegal si lo permites
porque no piensas en todos los demás.
¿Pero quién piensa en nosotros?
En los que confrontamos indiferencia
haciendo obvio nuestro amor.

Ilegal si lo prohíbes
porque entonces, ¿cómo quedas tú?
¿De qué lado estabas al principio?
¿Por qué no fue obvia tu posición?

Ilegal suena a prohibido,
a la adrenalina que te falta
para calmar tu sed.
Ilegal aunque no exista,
aunque sea tu propio cuerpo;
ilegal siempre,
donde quiera que estés.

02/06/2013

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