Últimamente me ha llamado la atención
eso que dicen
sobre la cuadratura del círculo.
Si uno en verdad puede encontrar
lo extraordinario
en lo que a ojos de todos
pareciera ser muy cotidiano.
Pues déjenme decirles
una cosa:
por accidente
yo he encontrado
la fórmula indicada
para resolver
la ecuación
que hacía falta
para ser feliz.
Son muy pocos
los que se han atrevido
a usarla,
pero puedo confesarles
que la experiencia
no se compara a nada
de lo que hayan probado antes.
La cuadratura del círculo
tiene que ver más
con lo que disfrutamos al momento
y queremos guardar por siempre.
Se trata de ver
el mundo
con nuevos ojos
para descubrir en cada día
un brillo distinto
que nos haga sonreír.
Muchos han tratado de enseñarme
la fórmula adecuada,
pero pocos han sido
los que en verdad
se han tomado la molestia
de pedir deseos
a cambio de uno de mis besos.
Podría serles insignificante,
pero para muchos
es la llave
de nuevas sensaciones
que de ninguna otra forma
pudieron haber vivido antes.
La cuadratura del círculo
es acerca de ser flexible
ante los problemas de la vida.
De no frustrarse ante el fracaso,
de seguir por el camino
que descubren día con día
dos pares de ojos
que sin ser casual
se encuentran en la calle
y que a la larga
van a terminar enamorados.

23/03/2014