La fruta no madura en mi cocina

La fruta no madura en mi cocina

La mañana no amanece,
los pájaros no trinan,
el silencio y el café
llenan de aroma la cocina.

Miro a través de la ventana;
el cuarto está vacío.
El día se arrastra por las calles
tal si fuera un niño.

La fruta no madura en mi cocina:
siempre me toca verde
o si no ya está podrida.
No soy capaz de distinguir al tacto
una piel que sea adecuada a mi medida.

Me gustan de fragancia dulce,
de corteza suave,
de textura firme,
que tenga mucha carne.

Pero siempre soy ingenua;
me toca ser la víctima.

La fruta no madura en mi cocina
y creo que no tengo lo que se requiere
para darle la dedicación que necesita.
Las estaciones pasan sobre mí
revolviendo la esperanza,
esparciendo nuevamente las semillas.

La fruta no madura en mi cocina
y quizá eso sea
porque a pesar de tantos años
y de tantas decepciones en mi vida
yo sigo esperando en este cuarto
pretendiendo ser la misma.

27/10/2014

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