Los colores del verano

Los colores del verano

A media noche me levanto,
un haz de luz
se detiene en mi rostro.
Abro los ojos
y ya es de mañana.
Aquí el sol sale
cuando te levantas.
El viento ronca
y el tiempo descansa
como rocío sobre las hojas.
Hay sonidos que uno crea
mientras el oído
se acostumbra al vacío.

A veces siento que el reloj
funciona de otra forma
cuando uno habita
varios mundos a la vez.
Aquí vivo más temprano,
me parece,
pero el día me alcanza
para hacer hasta lo que
menos pienso.
Si vivo allá
vivo más tarde,
pero el día oscurece
entre lluvias y sombras
que me persiguen hasta el sueño.

Normalmente el verano
es verde y amarillo:
colores cálidos y tibios
que generan mis sonrisas.
Gamas que guían mis pasos
entre el jardín
y el asfalto.

Este año me perderé
el verano en el lugar
que más amo.
Estaré volando por los aires,
recorriendo lugares infinitos,
caminando por las calles,
muriéndome de frío.

Pero aunque esté muy lejos
aprenderé de otros colores.
Veré mi vida de otras formas,
con otros filtros.
Intentaré ser feliz
con lo que desconozco.
Me iré a dormir por la mañana
sabiendo que al siguiente día
despertaré
cuando el sol aparezca en mi ventana.

2016/08/07

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