Los días están cansados

Los días están cansados

Amanece entre nosotros.
Van cayendo los retoños con su trigo
y se van abriendo camino por la tierra.
Hoy pensé que me habían dejado fuera,
que lo construido se derrumbaría encima.
Me dijeron: «cálmate»;
todo es negociable.
No entienden que lo que para uno importa
puede ser basura para otro.

Y uno corre de aquí allá;
va de casa al aeropuerto
a comprar boletos
a destinos que no existen.
Los mapas nos confunden:
nos dejan ubicaciones
de problemas
que otros inventaron.

Los días están cansados
de ser los mismos siempre,
de repetirse una y otra vez;
uno nunca sabe si la verdad
ha sido revelada,
o si saberla nunca
nos va a hacer falta.

Lo que a uno importa es lo que uno cuida.
Y decir a veces cuánto importa
es necesario para no olvidar los días
que han pasado sin hablar.

Los días están cansados.
Decir que uno está triste es un malentendido.
Los días están cansados
y por hoy sólo dormirán.

15/02/2015

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *