Hoy amanecí borracho,
y supongo que se debe
a que anoche
yo amé demasiado.

Me temo
que no hay motivo para regresar
y tratar de ubicar el punto
donde todo salió mal.

Creo que ésta es una condición
que no puedo cambiar,
y que mucha gente en el mundo
siente igual que yo.

Ojalá tuviera el poder,
la fuerza,
la voluntad…
para que cada vez que conozco a alguien
no me tuviera que enamorar.

Pero no puedo,
y sé que cada noche me prometo
guardar todo el control,
pero no importa lo que haga
o qué tanto me esfuerce…
uno, dos, tres besos…
parece que nunca es suficiente.

Hoy estoy borracho
y también me siento triste nuevamente.

Siempre lloro
y me culpo
por no haber dicho lo que debía,
a la vez que puede ser
que haya dicho algo de más también.

Supongo que debería de volver
al hombre que antes solía ser.
Y comportarme como si las emociones
que anoche compartí
pudiera ignorar muy fácilmente.

Me he dado cuenta
de que esto siempre pasa
cuando me siento solo:
salgo,
doy un trago a un par de miradas
y me dejo ir.

No puedo con ello.
Creo que soy adicto.
Siempre he escuchado
que el primer paso es reconocer
que te encuentras atorado.

Creo que da lo mismo
si termino ahogado en mi tristeza
o sólo con dolores de cabeza.
Necesito ayuda para superarlo.

Si me preguntas
lo que tengo,
no podría encontrarle
un nombre adecuado.
Supongo que,
por el momento,
podrías llamarme
melancohólico.

2017/11/14

Ilustración de @yosoyreef