Nadie se ha muerto por decir te quiero

Nadie se ha muerto por decir te quiero.
Nadie ha abierto puertas
que parezcan laberintos
y se ha perdido en ellas.
Si lo ha hecho,
es por cuenta propia,
porque prefiere estar perdido
en callejones,
que hallar de regreso su camino.

Nadie se ha muerto por decir te quiero.
Nadie ha dejado de ser menos
ni de ser sí mismo
al tratar de ser honesto.
Si lo ha hecho,
ha mentido,
pues el corazón sabe reconocer los sentimientos
que dejamos sin usar
por mucho tiempo.

Nadie se ha muerto por decir te quiero.
Nadie se ha ahogado
por haber deshecho el nudo
que bloqueaba su garganta.
Nadie ha muerto
por decir en voz alta las palabras
que volaron cual palomas
apenas liberadas.

Nadie se ha muerto por decir te quiero.
Nadie ha dejado el corazón abierto
para que cualquiera pueda entrar
y prefirió decidir haber estado muerto.
Si lo hizo,
quizá sólo no haya soportado el dolor
de sentirse vulnerable
frente a un extraño.

Pero solemos olvidar
que bajo los escudos que nos inventamos
aún se encuentra un corazón
que nos protege de cualquier daño.

Nadie se ha muerto por decir te quiero,
así que inténtalo:
verás que no se trata de ser o no correspondido,
sino de encontrar un nuevo resquicio para amar
que jamás habías sentido.

2017/06/11