Caen las gotas de mi lluvia sobre el rostro.
Se deslizan por los poros que respiran.
Son los pasos en la Luna
de civilizaciones
que hoy están perdidas.
O que cambiaron ya de nombre
O que no recuerdan su pasado.

Quise abrir la boca
y probar el agua dulce que volvió sudor
mi río de pensamientos.
Las paredes me dicen lo que pienso.
Me arrodillo porque creo
que el perdón viene de alguien
que lo dice en serio.

Del verano te podré decir
que quedó estancado en los espejos
donde aún flotan hojas secas
que me regresan a otros tiempos.

Allí las telarañas nos envuelven en sus sueños.
Nos arrullan con ciudades que arquitectos jamás podrán poner en pie.

Ve la neblina aproximarse
hasta la planta de los pies.
Suspira.
Siente la caricia volverse una tortura
cuando no sabes lo que ves.

10/01/2016