No soy Ryan Gosling,
ni nada que se le parezca.
No tengo ni el dinero
ni la fama
ni, al parecer,
nada que se te apetezca.
No soy Ryan Gosling,
ni serlo tampoco me interesa.
No tengo el atractivo,
ni la voz
ni la paciencia
para hacer de mi vida un musical
que todo mundo vea.
Sin embargo, soy buen tipo;
un tanto triste y solitario,
pero más no necesito.
Mi vida no es perfecta,
yo lo sé;
pero prefiero que la gente
me siga viendo
como alguien muy sencillo.
No soy Ryan Gosling,
y no salgo ni en tele
ni en revistas.
Tampoco tengo admiradoras
ni soy protagonista
de historias amorosas,
de misterio o aventuras,
ni me la paso todo el tiempo
rodeado de fotógrafos o artistas.
Soy muy flojo y aburrido;
no soy elegante
ni tampoco tengo estilo.
Me la paso viendo series en la cama,
revuelto siempre entre trebejos.
Mi vida no es social,
ni en nada soy experto.
Me considero un pobre diablo,
inseguro de sí mismo,
falto de autoestima
y con nada de optimismo.
No soy Ryan Gosling,
ni merezco que me veas de esa manera.
Soy sólo otro hombre estúpido
al que le gustaría
que lo vieras cada día
como a una gran estrella.
No soy Ryan Gosling
y tus comparaciones
no valen la pena.
Soy sólo otro desgraciado,
defraudado por cupido,
viviendo enamorado
a pesar de no poder estar contigo.
No soy Ryan Gosling,
ni tampoco nada que se le parezca.
Así que aprende a querer a los demás por lo que son
y no por aquello que aparentan.
2019/08/18
Ilustración por @yosoyreef