Quebrar la voz

2016-11-07-22-02-02

No más cumpleaños,
no más fotografías frente al espejo.
Debería ser justo que tu partida
se llevara asimismo el silencio,
pero lamentablemente
lo que inunda el cuarto es sólo eso.

Hace un año casi
que el tiempo, como tú,
dejaron de moverse
en este espacio.
El tiempo pasa,
yo lo sé,
pero a veces
me gustaría poder regresarlo.
Volver a ti,
a tu sonrisa,
a las carcajadas
que una a una
aliviaban el dolor.

Hoy tengo miedo de moverme.
Me envuelve la sombra de tu muerte.
Decir tu nombre suena raro
cuando ya no hay nadie
a quién ponérselo.
Me paraliza estar consciente
de que el sol,
la noche,
el sueño,
son capaces de romper todos mis recuerdos.

No es sencillo.
Hay días en los que creo
que te oigo por ahí jugando
o riendo.
Hay días en los que oigo las voces
de todos tus amigos
preguntando dónde estás.

Estoy seguro de que,
de haber seguido aquí,
habría habido una fiesta
y todos se hubieran divertido.

Pero ahora no los oigo;
tampoco a ti.
Como si todo hubiera girado
en torno tuyo
y hoy ya no existiera nada
de qué aferrarse.

Y los entiendo.
A veces así me siento yo.
Aquí.
Extrañándote.
Viendo una habitación
que se ha quedado vacía.

2016/11/07