Quisiera ser un trovador

Quisiera ser un trovador

Quizá no sea el adecuado, princesa,

para hacer una canción,

pues por más que esté yo enamorado

no podré expresar nunca

con la boca y con los labios

los dolores que habitan

muy dentro de mi corazón.

Y por más que tenga yo las ganas

de hacerte un gran poema,

mi cabeza no deja de dar vueltas

mientras estoy echado

aquí con mi guitarra

añorando estar al pie de tu ventana.

Y así con este ritmo improvisado

te canto amor, princesa,

porque no hay jardín que valga pena

si no está dando rosas

en plena primavera.

Y yo soy un don nadie

que ruega un poco de atención.

Cuánto yo daría

por ser aquél por quien suspiras.

Quisiera ser el amor de tu vida,

quisiera ser un trovador.

Entiendo que ya tengas a alguien en la mira,

y que te guste cómo ambos son rutina.

Pero ten en cuenta que a veces hay suspiros

que valen más que mil palabras

y abrazos que equivalen

a mil tardes a tu lado.

Y no importa que cambies de camino

cuando se crucen las miradas.

A veces hay destinos

donde los encuentros son de frente

y otros, espalda con espalda.

Y quién soy yo para juzgar

si está bien o mal querernos.

Sólo soy un desdichado

que se topó con tu belleza

y quedó rendido de inmediato.

No sé si sea el hombre de tus sueños,

pero al menos

disfruta del momento.

Si somos el uno para el otro,

calla y déjaselo al tiempo.
No tengo nada más que dar, princesa,

que no sea admirar de día y de noche

todo tu esplendor.

Espero que con eso a ti te baste

para darme un poco de tu amor.

Quién para tenerte entre los brazos

y besar las cuerdas de tu voz.

Sabes que por ahora soy cualquier don nadie

pero por ti quisiera ser un trovador.

20/01/2013

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *