Radiactivo

Radiactivo

Amores a destiempo.
Sin cronología.
Cuerpos que han perdido la hora
para ser llevados por el viento.
En algún momento de la historia,
la brújula dejó de funcionar
y apuntó a los mismos nortes
en vez de a polos opuestos.
Y alguien tuvo la buena idea
de juzgar que eso estaba mal.
De señalar que el cielo azul
sólo puede ir a rojo
y después a negro.

Las nubes no se hicieron esperar:
Cubriendo días
de malos pensamientos.
Y lo que originalmente fue la más grande maravilla,
transformose en el más oscuro de los pecados.
Guardar los sentimientos donde quepan,
fue la orden.
Y el amor fue haciendo su camino,
escalando pieles,
penetrando orificios,
lamiendo los centímetros
que hasta antes aún estaban prohibidos.

Y qué pasó después,
se preguntarán,
pues los sentimientos enterrados bajo sábanas
siguieron irradiando,
sulfurando,
ocultando tras miradas intenciones compartidas
pero públicamente mal juzgadas.

Y así los caballeros se vieron al espejo,
y las damas se vieron al espejo,
y en la imagen encontraron la estética de un otro
muy semejante a ellos.
Pero la gente se dio cuenta,
y ahora pide no acercarse,
porque huelen a deseo,
porque emanan la vergüenza
de ídolos que nacieron incompletos.

Oh, trata con cuidado.
No olvides la máscara y tus guantes,
el traje que te aísla
de la realidad que estás viviendo.
Inhala;
estás a salvo.
Inhala;
sigue respirando ese maldito aire viciado.

22/03/2013

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