Reinvención

Reinvención

El cielo azul me lleva al espacio más recóndito de mi habitación.
Me hace recordar aquellos tiempos
cuando me acostaba
junto a la ventana
y miraba hacia las nubes.

Levantaba el brazo,
me sumergía en mis enunciados
y oraciones
y los veía correr
saltando pinceladas de algodón.

Quizá deba volver a mis cuadernos;
rescatar los sentimientos
que algún día llegué a vivir.

No es que hoy se hayan perdido,
sino que quizá los olvidé
cuando pasé de niño a adulto
y mudé de piel.

Parece que perdí el tiempo
que había ahorrado para mí.
No sé qué me pasa…
Después de mil semanas
no me siento propio de habitar
las emociones que forjé.

Mi cabeza se ha hundido en el silencio,
mi corazón ha llorado suficiente
como para que aún sienta lástima por alguien.

Tras de mí he visto pasar los trenes
que no sé bien a dónde van.
Recuerdo haberlos visto detenidos
a mitad de mis caminos.
Por arriba o por abajo lo brincaba.
Podía cruzar de un lado al otro
sin temor a que me hiciera daño.

Hoy lo veo y me detengo
ante la maquinaria:
espero hasta que avance.
No me quito el traje
que tanto costó hacerme
todos estos años.
No sé buscar dentro de mí
a mi propio sastre.

He abandonado la carrera,
he dejado a mi imaginación evaporarse.
Se ha quedado en mi lugar
una masa amorfa de clichés
y frases hechas.

Quizá hace falta que me vea
una vez más acostado
viendo hacia las nubes.
Entender que sigo siendo yo,
y que cuando extiendo el brazo
toco el vapor de mi consciencia.

Eso soy yo diciéndome aquí sigo,
Eso soy yo diciéndome que vuelva.

01/03/2015

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *