Retracción

retraccion

Todas las noches intento no sangrar,
no rascar lo suficiente
y llegar hasta los huesos
donde ya no hay marcha atrás.

Por años fui inconsciente
del dolor que me infringía.
Con violencia barrí toda mi infancia:
la inocencia;
lo único que tenía.

Fue el mismo dolor
el que me despertó
de la fantasía;
el que me mordió hasta los nervios
y destruyó las fibras
que me mantenían unido al cuerpo.

Ahora, la herida ha quedado expuesta.
No se puede descoser el tiempo.
Vivo con las llagas
de otros tiempos
que me dicen Lo que cada noche
no tengo que hacer.

A veces duelen.
otros días, solo pasan ciegos.
A veces arrancarme la vida
es lo que quiero:
para no sentir,
para tirar a un lado
la maraña de nervios
que se hizo estambre en mi boca.

Recuerdo cuando paso los cuchillos
que la lengua es venenosa.
Que hay días que el cuerpo sangra
por costumbre
y que por costumbre así se queda.

Hay noches que trato de alcanzar
lo que naturalmente se aleja.
O quizá aún no he aprendido
que vivir así es parte de mi naturaleza.

Todas las noches intento no sangrar,
a veces sangro menos,
a veces sangro más.

2016/10/31