Ruinas

Somos las ruinas de lo que los demás han hecho de nosotros,
le dije mientras caminábamos sobre los recuerdos
de una guerra que no sabíamos
que nos tomaría por sorpresa.

Agarrados de la mano,
o abrazados,
no recuerdo,
disfrutamos del reencuentro
que habíamos esperado
sin saber que seríamos las víctimas
de nuestra memoria.

Y es que como la naturaleza
deja huella de todo lo pasado,
los corazones que transitan por nosotros
nos enseñan nuevas formas
en las que poder enamorarnos.

Somos las ruinas de lo que los demás han hecho de nosotros,
porque aunque nos parezca muy extraño,
cuando duele,
nos levantamos.
Vivimos en la polvareda de los días opacos,
buscando a dónde asirnos
y dónde descansar cuando ya estamos cansados.

Somos las ruinas de lo que decidimos quedarnos,
porque lo demás,
y lo que no nos sirve,
lo dejamos.
Conservamos los horrores
y las maravillas
que hicieron nuestros días
más humanos
y con ellas construimos un nuevo amor
en donde refugiarnos.

Somos las ruinas de lo que los demás han hecho de nosotros,
porque aprendemos a hacernos resistentes con los daños.
Pretendemos que el viento es sutil
y que el sol nos roba los colores
con los años,
pero en el fondo
continúan los sentimientos oxidados
por las veces en que no dijimos eso que quisimos
o pensamos que no fuimos escuchados.

Somos las ruinas
de lo que queremos construir con el amor que nos dejaron.
Somos las ruinas del tiempo que nos tuvieron olvidados.
Somos las ruinas de lo que los demás han hecho de nosotros,
y hoy
me encuentro orgulloso
de tenerte en mis escombros.

2018/03/13

ilustración de @yosoyreef