Safari a un lado del mar

Safari a un lado del mar

Ayer fui a un safari
a un lado del mar.
Desde lejos vi los animales:
borrosas transparencias
que no sé si escapaban
o me perseguían.

Caminé sobre la arena.
Dejé a mis huellas
conducirme por las olas.
Esperé a que el sol
por sí mismo
se quemara
hasta que mi piel
pareciera fino bronce.

Vi criaturas nunca vistas:
desperfectos naturales.
Aguardé afuera de las cuevas,
tranquilo como un ave,
a que salieran de ahí las bestias,
los monstruos legendarios.

Pero tras estar ahí unas horas,
de lo que me di cuenta fue
de que la belleza puede ser
un arma peligrosa
tanto para quien la porta
como para quien la observa.

Ayer fui a un safari a un lado del mar:
nadie me dijo que yo era la estrella.

16/11/2014

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