Seco

Supongo que estoy seco de tanto hablar
y que la lluvia no moje mi cuerpo.
Supongo que me cansé de tanto orar
para que el día de hoy alguna nube
visitara el firmamento.

Tantos poemas te escribí
que hoy no tengo palabras
para construir el barco
que pueda rescatarme
del desierto en el que estoy.

Me pregunto si el oasis
que salí a buscar
se mudó de sitio
o nunca estuvo aquí.

Pero pienso en todos esos años
y en cómo sonreí
al sentir la frescura de la brisa
que empapaba mis mañanas de ilusión.

Supongo que me queda hoy llorar
y arrastrarme por la arena
tratando de alcanzar alguna sombra
que con su abrazo
me quiera refrescar.

Pero para mí llorar
va a ser lo mismo
que comer arena:
beber la sal
que en mi garganta raspa
y me impide hablar.

Supongo que estoy seco también de guardar silencio.
De no decirte,
cuando he tenido la oportunidad,
lo que de verdad yo pienso
y lo que me gustaría cambiar.

Pero supongo ahora que no tiene sentido,
que la sequía ha quemado las semillas
que aún guardaban algo de lo nuestro.
Supongo que también estoy seco de tanto decirte lo que siento
y que no hagas nada al respecto.

2017/04/06