Nunca habrá tiempo suficiente
para acariciar la piel.
Tampoco cuerpos calcinados,
sinónimos de niños.
En el mundo hay mapas que nos dicen claramente a dónde ir,
pero también existen unos que nos invitan a perdernos entre sí.

Pasos, huellas, cicatrices.
Besos, lenguas y deslices.

Prometí amar a todos los hombres posibles,
porque no quería perderme la oportunidad
de conocer nuevas fronteras
y pisar nuevos países.
Algunos ya me han dicho
que si al ser un trotamundos
no me olvido de mi idioma,
pero yo les digo que,
al contrario,
adonde vaya dejo siempre en otros labios
los rastros de mi lengua.

Prometí buscar
a todos los hombres posibles,
porque cada uno me demuestra
una parte diferente
que quizá nunca pude amar en mí.
Una experiencia,
un aliciente.
Un pedazo de presente
que se quiere despertar.

Prometí amar
a todos los hombres posibles.
Recordar que en cada uno de ellos hay un poco de verdad.
Sentir su aroma,
la mirada y su calor.
Saber que todos ésos
que se han dejado amar
también se encuentran solos.
Que comparten más conmigo
de lo que hubiera podido imaginar.
Que son ellos como yo:
soñadores de esperanza
buscando en otros
el amor que les hace falta.

2016/12/18