Hay días hechos de plomo,
aire que se petrifica alrededor.
La tensión del tiempo
haciendo sombra.

Coges con las manos
un trozo de aire
y lo desgarras sin dudar.
Nada de esto sirve,
quieres escapar,
corres por la grieta
que has creado
para nunca más volver.

Ya será después
cuando recuperes esas alas
que has perdido,
las ganas de soltar
otra vez tus pies al infinito.

Hay días con tantos muertos,
monumentos inservibles.
Vas caminando por la vida
quitándote eso que te pesa
pero hay sueños e ilusiones
de las que jamás te puedes desprender.
Sonidos imposibles,
sacrificios muy absurdos
que nunca nadie va a entender.

Hay días que te envuelven
de su atmósfera nefasta.
Soles que se clavan en tus ojos,
cansancios que te atan a la cama,
heridas que vuelves a hurgar
cuando no hay algo más mejor que hacer.

Perder el tiempo en lo que quieres
no vale la pena.
Ya habrá muchos otros días
en lo que lo puedas intentar.
Volver a ser quien eras
ya será después.

18/05/2014