Eras aquello que no vuelve

Eras aquello que no vuelve

Eras aquello que no vuelve:
la línea dibujada sobre el rostro,
el sol y luna apuntando en la misma dirección.

Eras el retorno a la impaciencia;
ocultos crisantemos haciendo otoño
cuando ya no es época de flor.

Eras aquello que no vuelve:
El tiempo compartido,
la inocencia reservada.
Una tierna punzada en el pecho
que quería cubrir entre las sábanas.

Bajo la piel no se pueden esconder
todas las palabras;
es normal
de quien ama
no entender cómo para otro es tan sencillo
dejarse seducir
por un desconocido
hacia otros labios,
hacia otra cama.

Eras aquello que no vuelve:
la esperanza secuestrada por la guerra,
el coraje esperando
ser la capa de tu héroe.
Aquello que teñía de azul el cielo
despertando los botones
que perfumaban nuestro aire.

Eras aquello que se resistía
al magnetismo de los polos.
Eras aquello que no vuelve:
Una palabra que dejé de pronunciar
alguno de estos días.

Un trozo de infinito
encapsulado para la eternidad.

Eras lo que hace falta en mi ventana,
quien recogía mis pensamientos
y los ponía a añejar en el vergel.

Eras aquello que no vuelve:
la semilla que revivió toda la cosecha;
un poema en flor cuyos pétalos
fueron arrancados de mi cuerpo
con violencia.

Eras aquello que valía la pena,
aquello que no vuelve jamás.

28/04/2013

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