Llegaste de lejos buscando arena,
un mar plateado y sediento de sal.
No costaba dejar los pies en tierra en vez de con imposibles soñar.
Conocerla te puso de cabeza,
admirarla fue algo que no esperabas.
De un lado, la mirada azul tormenta,
del otro, su sonrisa iluminada.
Lo sabes: ella espera tu llegada.
Curioso que haya sido el sol tu esencia
y te hayas ido en dirección contraria.
27/08/2012