Y quién no lo era en los ochenta

Y quién no lo era en los ochenta

Anoche un dj salvó tu vida;

deberías sentirte afortunado.

Te gusta el rock and roll,

¿a quién engañas?,

pero esa noche preferiste hacerle caso

a tus amigas

sabiendo que las chicas

sólo quieren divertirse.

Te recargaste en la pared,

bebida en mano,

aburrido por la música de moda

de este cruel verano.

Oh, míralo, ahí viene,

un chico de otro barrio;

un come hombres

que te arrebató el aliento

con su chamarra,

camisa blanca

y pantalones ajustados.


Vamos a bailar, te dijo,

y al ritmo de la noche

te hizo dar vueltas en la pista

(como un disco).

woh- oh -oh-
oh- oh –oh –oh –oh

woh- oh

Relájate;

escucha tu corazón.

Todos deben aprender a veces

que vivir es vida

y el amor, un campo de batalla.

Nada se compara contigo

-te susurró por accidente-.

Quiero sentir tu cuerpo ahora,

¿o acaso no me quieres, nene?

Pero cómo hacerlo ahí mismo,

frente a todos,

cuando siempre aparentaste

ser como otro ladrillo en la pared.

Salieron entonces de ese bar,

te llevó adonde las calles

no tienen lugar,

y en el nombre del amor

te dejaste morir entre sus brazos.

woh- oh -oh-
oh- oh –oh –oh –oh

woh- oh

Sentiste que el cielo

puede ser posible en tierra,

y que estarían por siempre juntos

no importando lo que fuera.

Pero deja de soñar,

todo ha terminado;

ahora eres el único dueño

de un corazón muy solitario.

No trates de combatir el sentimiento,

chicos de verano habrá muchos;
sólo no dejes de creer,

pues quizá de esto

es de lo que estén hechos los sueños.

Y aquí estás de nuevo,

con tus alas rotas,

diciéndote aquí voy de nuevo.

Abre tu corazón,

disfruta del silencio;

sabes que siempre hay una luz

que no se apaga

y que aún no has encontrado

eso que viniste buscando.

Sigue siendo a tu manera;

después de todo,

quién no lo era en los ochenta.

13/01/2013

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