Yo ya fui contigo

Yo ya fui contigo

Llegó el día
en que ya no fuiste el mismo.
En el que desapareciste
de repente

sin motivo

sin dejar rastro alguno.

Llegó el día
en que de ser mi amigo
te volviste
mi enemigo.

Y dolió.

El dolor paralizó mi vida,
el miedo carcomió mi cuerpo,
la culpa inundó mis días,
la angustia me dejó despierto.

¿Y cómo iba a entender entonces
que tu vida era independiente de la mía?
Si sonreíamos al unísono,
si reconocíamos las voces.
Si al mirarnos a los ojos
no era nuestro reflejo el que veíamos
sino la profundidad de nuestros sueños.

Pero llegó el día
en el que a mí también
se me acabó la dicha.
En el que descubrí cómo caían
una a una tus mentiras.
En el que perdí toda esperanza
de que alguna vez regresarías.

Y cambié de página,
a pesar
de mis más sinceras intenciones.
Me esforcé en recuperarte,
en jurarte mil perdones
con tal de que los dos
pudiéramos salir a flote.

Amor mío,
sabes bien que hoy somos
lo que nos hemos permitido.
Lo que criticamos,
lo que aborrecimos
cuando nos tomábamos
del brazo.

Sé que no vale la pena
querer buscarte
porque te he perdido.
Fuiste mi tiempo transcurrido,
los minutos que permanecerán
en mi memoria suspendidos.
No quieras pretender
que nunca sucedió
lo que vivimos.

Amor mío,
yo sé muy bien lo que digo:
aunque trates de ocultarlo,
yo ya fui contigo.

30/11/2014

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *