Cómodo silencio en tu compañía. Apagar la luz del universo. Y descubrir la gravedad conduciendo nuestros labios por tu cuerpo.
Nada que decir por el momento. Callar es a veces necesario para que podamos entendernos.
No nos engañemos. palabras no hacen falta para saber que nos queremos. A veces con la prisa, a veces con la calma. Tomados de la mano o caminando lado a lado hay momentos que el silencio mantiene sujetados y nunca cuestionamos.
Cómodo silencio Y romper el hielo al escuchar tu risa iluminar tu cuerpo.
Abrazados todo el tiempo no sabemos qué ponernos. Y a veces no sabemos qué otra cosa hacer sino vestirnos de caricias y unos besos.
Nuestro cuarto es un desierto en el que la arena brilla con la luna, y el viento corre por las dunas tratando de ocultar el tiempo.
Qué parte tuya no deseo. Me has dejado ver el fruto y las raíces. Las flores y botones y también las cicatrices que esperan cautos por la primavera y las abejas para salir corriendo.
Jardinero del vacío; me toca procurar un silencio que no es el mío. Darle forma a tus sentimientos para que florezcan sin que haya contratiempos.
Hay espacios que nunca disfrutamos y que nos parecen muy eternos. Oscuridad y ecos que nos llevan a perdernos en espirales. Pero hay otros como el nuestro donde el ruido y el sonido nos llevan a contemplar lo fabuloso del silencio.
Cómodo silencio. Yo sé que quizá es demasiado por ahora. Pero descuida, no hay que decir nada al respecto.