Empijamémonos esta noche de silencio.
Entrelazemos nuestros cuerpos
en un infinito meridiano
hasta encontrarnos juntos
en un mismo sueño.

Veamos pasar los rebaños de caricias
mientras contamos los besos necesarios
para quedarnos dormidos abrazados.

Empijamémonos cubriéndonos de estrellas,
iluminemos nuestros rostros
con sonrisas desperfectas,
cerremos con fuerzas nuestras ojos,
imaginémonos yendo de un lugar a otro
contando historias que no tienen retorno.

Empijamémonos con nuestra piel y sus recuerdos.
Disfrutemos la inocencia de sabernos únicos
flotando en una isla donde nunca pasa el tiempo.

Traigamos a colación esas memorias,
proyectémosla en nuestras miradas,
porque uno se descubre amado
cuando se ve a sí mismo reflejado.

Empijamémonos y juguemos también
a leernos mordiéndonos los labios.
Descubramos en la inmensidad de este universo
continentes y países
que aún no han sido conquistados.

Empijamémonos de olas,
de nubes,
de fuego.

Empijamémonos de gatos,
de osos,
de unicornios.

Empijamémonos de cosas invisibles
y fantásticas.
De los sentimientos
que en muchas otras situaciones
escondemos bajo la cama.

Empijamémonos ahora que tenemos la oportunidad
de encontrarnos solos en esta habitación.
Escampemos de la luz,
del amanecer
y de las horas que nos mantienen alejados.

Empijamémonos y vayamos a dormir,
a pesar de que los dos sabemos
que vamos a seguir despiertos.

2017/07/31