
Almohadas rellenas de sueños vacíos.
Crecer lleva consigo
desagradables consecuencias.
El tiempo corre
cuando se es un niño
y de nuestra mano escapan globos
llenos de promesas.
Los días transcurren y el sentimiento
sigue siendo el mismo.
Felicidad y amor
son relativos,
pero nunca una certeza.
El miedo crece como el sarro
si no se quita bien desde un inicio,
y con el tiempo nos va arropando
poco a poco su dureza.
¿Qué decirle al niño
que creció solo
en su inocencia?
¿Cómo confesarle
que el enojo
no sirve de defensa?
Sexy tristeza:
ésa es tu naturaleza.
Andando por la vida
sin sonrisas,
sin sorpresas.
Con un halo de ternura
que no puedo sacar
de mi cabeza.
No encuentro qué pudiera ser
más atractivo,
sino su callada inteligencia.
Misteriosa seriedad,
enigmática franqueza.
Juegos de palabras
y miradas que construyen laberintos
en los que cualquiera de nosotros
se tropieza.
¿Qué espejos te atraparon
y no te dejaron disfrutar
tu adolescencia?
¿Quién te dijo
que estaba mal
seguir siendo quien eras?
Sexy tristeza:
ésa es tu naturaleza.
Dame un poco de paciencia
para entrar en tu cabeza
y demostrarte que te quiero
como para que te olvides
de la ausencia.
Dime si ves la sutileza
entre lo que sientes hoy en día
y como yo quiero que sientas.
Si crees que puede ser mejor
para tu vida
o si no ves ninguna diferencia.
Sexy tristeza,
ésa es tu naturaleza.
Sonreír de vez en cuando
no terminará con tu belleza.
2020/07/01