La consistencia del amor

La consistencia del amor

Tomemos los ingredientes necesarios:
un poco de tú
y un poco de yo
en raciones iguales.
Sazonémonos con unos besos,
con un poco de palabras lindas
hasta conseguir una pasta uniforme
de sueños compartidos
y abrazos al atardecer.

Pongamos pues a hornear
a los enamorados,
subamos la temperatura,
hagamos subir el hervor;
que la miel derretida
despida su olor
por toda la cocina.

Bailemos mientras esperamos,
que pasen los días
y la luna sobre este par
de esperanzados,
y cuando hayan pasado
una vida juntos
echémosles un ojo
para ver si han tomado
la consistencia
que esperábamos.

Si todo ha salido bien,
tengamos cuidado
cuando tomemos la charola;
no vayamos a quemarnos.

Tomemos pues las duyas
y dibujemos
una bella sonrisa
y unos ojos del color
que más nos guste.

La consistencia del amor
será ese sabor perfecto
entre la canela y el jengibre.
Las migajas que se quedan impregnadas
en la boca.
El azúcar morena,
el piloncillo.

La consistencia del amor
es quedar totalmente satisfecho
con lo que te espera en casa.
Seguir revolviendo la harina
como si nunca hubiéramos
hecho antes el amor.

Es quedar espolvoreado y sonreír,
querer los sinsabores,
llorar cuando todo se ha ido al diablo.
Levantar del suelo nuestra dignidad
e intentarlo de nuevo.

La consistencia el amor
es el punto exacto
entre lo mucho que te quiero
y lo mucho que me das a cambio.
La temperatura idónea de tus sentimientos,
el tiempo suficiente para estar contigo.

La consistencia del amor
somos tú y yo juntos
para siempre
unidos por los labios.

16/02/2014

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