Me iré a dormir
imaginando que tus ojos
me observan en silencio.
Me iré a soñar
flotando entre las nubes
y cantando melodías
que voy a improvisar.

En esta noche,
el tiempo pasa
y me pregunto si tú también
sonríes
cuando el viento
lleva mis palabras a tus labios.
Porque yo sí.
Yazco
ahí en el pasto
mirando las estrellas,
contando cuentos
e historias pasajeras
que quizá a nadie le importan
pero que al menos tú les prestas atención.

Prometí, hace algunos años,
no volver a entrar
a los rincones donde la conciencia
pierde la razón.
Hoy he vuelto a ellos,
pero a diferencia del pasado,
tengo en mi poder
las llaves de esas puertas
que hoy no voy a abrir.

Siento que hoy he perdido
la mitad de lo que construí,
y de la otra mitad que queda,
olvidé cuál era su propósito.

Nunca antes comprendí
lo que era compartir mi luz
y que alguien,
en vez de consumirla,
le diera más oxígeno
para mantenerla.

De este lado de la conciencia,
la vida se veía un poco borrosa,
aburrida.
Pero desde que te fijaste en ella,
me ayudaste a encontrar los colores,
y a dejar la estática.

Ahora me comporto
como si mi vida fuera una fotografía
esperando el momento
en que tus ojos
se posen sobre mí
y capturen la eternidad
que existe entre nosotros.

2016/09/12

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