Viernes a las 10. Otro turno comenzó. Horas extras que nadie me pidió y que por propia iniciativa nadie va a pagar. En noches como esta, la soledad me cuesta más de lo que en días cualquiera me regala sin pensar.
Acostumbrado a este trabajo: de esperar lo que sé que nunca va a llegar. De escuchar sin que me escuchen De asentir sin que nadie me pregunte 'cómo estás'.
Vivo aquí de madrugadas, invocando los recuerdos, esperando a que la nada haga sonar este teléfono.
Aquí estoy 24/7 dispuesto a esperar por tu llamado cada noche. Si quieres quejarte, no tengo reproche. Morderé mi lengua y aceptaré la mierda, haciéndote sentir que tienes siempre la razón.
Cariño mío, yo tengo la solución a tus problemas. Llama a cualquier hora. Sabes que aquí estará tu tonta. Call Center Lover.
Pasan horas sin dormir contestándoles a extraños que lo único que quieren es compañía y un poco de abrazos.
Pero mi deber es esperar a que me busques y que me encuentres disponible a la hora que tú gustes.
Vivo con la angustia de que decidas llamar y que la línea esté ocupada y decidas renunciar y no insistir y que no haya alcanzado a decirte que te amaba.
Eres la voz que quiero oír en mi buzón esas noches cuando aun estoy despierto y lo único que escucho es el latir ansioso de mi corazón.
Cariño mío, llama cuando quieras. Quiero saber todo de ti. De este lado solo me toca oír.
Llama a cualquier hora. Sabes que aquí estará tu tonta Estoy plenamente a tu servicio: Call Center Lover.